Reconciliarse con una misma, o al menos intentarlo

20.08.2018


Básicamente te encontras que ante los cambios tenes que organizarte nuevamente, la casa y todo lo que la compone: muebles, ropa, juguetes, libros y de alguna forma ayudar a organizar a sus integrantes: niños, marinovio y perro y cuando todo está más o menos en su lugar, ( porque siempre ante semejante movimiento nada vuelve a estar en el lugar de antes, todos se mueven, nos movemos, al menos unos centímetros, algo casi imperceptible para el otro pero notorio para el q lo vivió) te ves en silencio en un lugar nuevo y sola, y comenzas a verle la cara a esos miedos/temores que decidiste dejar atrás y esconder x diferentes razones pero que nunca dejaron de estar, y entonces cuando ya estabas decidida a hacer otra cosa, aparecen sin pedirte permiso y en ese momento hay dos caminos: el primero que ya recorriste y, que sos experta en manejar, pero sabes que nuevamente solo estas dilatando un nuevo encuentro, como cuando no te gusta esa persona y te vuelve a invitar a salir, no le queres decir q no porque no lo queres lastimar, tampoco que si porque no te gusto, entonces intentas dejarlos para más adelante, alargando la toma de decisión, esa que sabes que es inevitable, como si por arte de magia días/meses/años van a obrar para q sientas distinto.

El otro camino, más duro, más agotador pero que al final tiene mejor resultado es ponerle el pecho a todo (vengan de a uno que les tengo miedo pero acá estoy igual)y tirarte de cabeza a la pileta; Debo confesar que nunca fui una eximia nadadora, así q más q un salto de clavado lo mío fue un panzazo, liso y llano, de esos q te arden por segundos largos hasta q te olvidaste y ya estás en medio del agua y ahora queda nadar, no más tiempo para analizar el estilo del salto porque tenes que mover las manos o te hundís. Y a estas alturas, en mÍ casi, las excusas no iban, tampoco me servían los reproches del tipo:" porque no hiciste nada antes?" Porque hice lo que pude y como pude, con las herramientas que tenía. Y cuando me di cuenta de todo esto, cuando entendí que era lo que tenía que hacer ( no fue solo mérito mío tuve ayuda de algunas personas muy especiales que se cruzaron por mi camino cuando las necesitaba, bueno ese si es un mérito mío, no mérito suerte puede ser, siempre me cruzo con esta clase de gente linda que me tiende una mano) bueno en ese momento o a partir de ese momento tuve una "revelación", de esas tan certeras como cuando te cae la ficha realmente de algo que siempre estuvo ante tus ojos y nunca quisiste ver o no pudiste; Y son esas cosas que te dejan pensando un buen rato, mirando a la nada y diciendo "en serio ésta era la llave que tanto busque" y es que las cosas más enredadas de la vida muchas veces son muy sencillas de solucionar, es que todo depende del cristal con que lo miras; Y así con tanto dicho y tanta vuelta para contarlo, me di cuenta que todo dependía de reconciliarme conmigo misma, con mis partes oscuras, con mis fallas y mis falencias pero también con todo lo bueno cosechado, recogido, ganado, con mi parte de luz y mis buenos sentimientos, así sin más ni menos ahora me tocaba reconciliarme con Florencia, o al menos intentarlo.

© 2019 Las Valijas de FloR. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar